Pocas veces me despierto cantando una canción que ni siquiera escuché el día anterior... está fue mi canción de las 9:30am; tiene años que no salía de mi; poder cantarla sin recuerdos tuyos, me hace tan poderosas como mis oraciones, me hace tan poderosa como saber que mi mundo cambia porque así lo creo, me hace tan poderosa como saber que soy del mar.
En los barcos trabajé por 6 meses, está vez no tuve un contrato, no hubo dinero, ni beca, ni estudios, nada... me agradezco este último contrato, duré aquí 6 meses, quizá un poco más, tal vez no conocí gente de otros países, pero sí gente de otras estrellas, tal vez no tuve salario, pero recibí más que eso, mucho más.
Ahora sé que vine a esta casa a sanar mis memorias de niña, a enfrentarme a mi nueva visión, a encontrar parte de mi que vivió su niñez en esta casa, vine aquí a enseñar y aprender, que la vida se pinta del color que le pongas, aprendí que el poder de las oraciones y de la fe se une al amor y entonces todo tiene sentido y sano yo y sano a mi casa y a ti.
Esta semana haré maletas, es lo único que no me gusta de cambiarme, pero es bueno, porque ahora las maletas van llenas de amor, ahora sé que quiero, ahora soy más valiente y me mudo con mis cosas a la playa, a dónde pertenezco ahora encuentro, no busco, ahora amo más y mejor.
Comienzo a ver a los ojos a todos y cada uno de los seres que viven aquí, soy responsable de mi y de ti porque ahora sé que estamos interconectados, que somos una red, una red de corazones y que soy parte esencial como tu...
Ahora ya no me pesas, también aprendí a desprenderme de ti, te entregué como un regalo a la Tierra; ya no me sirve cargarte, me quedo con lo mejor, con lo más hermoso, de ahí en fuera, nada me sirve.... el corazón está programado para dar, lo demás se lo enseñas tu, ahora lo desprogramo, le quito los miedos, las venas, ahora lo dejo como es porque él conoce el camino...
Yo soy tu, como enseñan los mayas.
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