No están muertos
nunca han partido nuestros muertos
se les oye en la leña que arde
en el sollozo del humo
en los labios de la llaga
hombro con hombro
vivos y muertos vamos
venimos del goteo de un árbol
como no, dirás; como no, diremos...
La única forma en la que no olvidaremos nunca a los que desaparecen es teniendolos presentes un nuestro corazón, mi abuela, una mujer de ojos grandes (así llamo a las mujeres que admiro, un consejo de Ángeles Mastretta) llegó a esta vida de la misma forma en que se fue: siendo amada y esperada.
Hoy, la sigo llorando, al igual que a mis muertos, la lloro a cualquier hora y recuerda mi corazón lo que me dijo: "EN LA LUZ, EL AMOR ES ETERNO" como ellos para mi....
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